Ecología, tradición e innovación: un proyecto sostenible, Quaryat Dillar.
A finales de agosto, hice un viaje con mis amigas a un pueblo que se encuentra en la falda del Parque Natural de Sierra Nevada, unos días que me regalaron alegría y vitalidad, y que cerró con un broche de oro. Fuimos a comprar un aceite que nos habían recomendado en la panadería ecológica de Dillar, en ese momento solo me interesaba llevarme a casa un rico aceite ecológico, pero más tarde di cuenta de que, además, me llevé la historia de un proyecto inspirador. Nos recibió Antonio Velasco en su Almazara familiar, nos preguntó si teníamos “10 minutos” para enseñarnos el entorno y la fábrica, aunque finalmente resultaron ser unas 2 horas, en las que nos contó con detalle y cariño el proceso y la historia de su proyecto de vida, Quaryat Dillar. Se nos pasó volando… Quaryat significa “pueblo” en andalusí, una marca que bebe de una cultura olivera que tiene siglos de antigüedad, y que recoge la tradición andalusí del cuidado del árbol y su fruto, y rinde homenaje asumiendo el reto de preservar sus valores ecológicos para futuras generaciones. Esta almazara se encuentra en el Parque Natural de Sierra Nevada en Granada (Andalucía), entre 1.000 y 1.300 metros de altitud, la luz y el aire de montaña crean unas condiciones especiales únicas que se transmiten a la aceituna. Esta familia ha sabido combinar la sabiduría tradicional y las tecnologías más avanzadas, desde el más escrupuloso respeto al medio ambiente. Garantizan un sistema de cultivo y elaboración sostenible de producción ecológica e integrada, además de que su aceite está certificado como producto natural del Parque Natural de Sierra Nevada. Un producto que preserva las propiedades virgen extra y auténtico. Han encontrado la excelencia en el desarrollo sostenible de una tradición milenaria, creando sus aceites en armonía con su entorno y favoreciendo la biodiversidad que hace famoso al espacio natural donde se encuentran. Visitar la almazara, que está en una finca de 130 hectáreas de olivos, almendros, alamedas y cereales, junto a Antonio, fue un regalazo, tanto por conocerles como por poder degustar esos zumos de aceituna que la tierra da. Me ilusionan las marcas que respiran sostenibilidad desde su ADN, hasta la comunicación y el envasado de sus productos. Vídeo recogida de aceituna y elaboración del aceite Quaryat Dillar: Placas solares en la cubierta que les permite acercarse al objetivo de 0 emisiones. Luces Led que permite mejorar la iluminación como un ahorro energético. Caldera de biomasa que usa como combustible el hueso de aceituna que muelen. Cero desperdicios. Las hojas de los olivos que se caen en el proceso de extracción de la oliva son entregadas a los agricultores y ganaderos de la zona, que las utilizan como abono y para los animales. Packaging: Mejora de calidad del producto, con la incorporación de un sistema de filtrado de aceite con placas de celulosa, mejorar el aceite y es un componente medioambiental puesto que necesita menos energía que el sistema de filtrado anterior. Invertir en recursos propios para beneficiar el territorio que les aloja. Quaryat Dillar es galardonada a nivel internacional gracias a sus aceites Dillar Ecológico y Quaryat Ecológico, una marca que devuelve a la naturaleza lo que les regala y que deseamos desde ÓrbitaECO muchos más reconocimiento y éxitos. ¡Y que las marcas conscientes sigan ganando!
Técnicas de una almazara y un proyecto de marca sostenible:
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